Puente arco sobre el embalse de Ricobayo, en el río Esla

En el centro de la provincia de Zamora, se alza el Puente de Arco de Ricobayo, una infraestructura esencial para la conectividad de la región, que cruza el embalse sobre el río Esla. Es un puente con un arco de luz media, como la mayoría de los arcos que se construyeron en España en la década de los 90 y que supusieron un resurgir de esta tipología en nuestro país.

Construido en 1995, el puente tiene una longitud de 219 metros, siendo la luz del arco de 168 metros y su flecha de 23 metros, es decir, que presenta un rebajamiento de 1/7,3. Su diseño combina la robustez del acero con la versatilidad del hormigón, dando lugar a un tablero mixto de 11,6 metros de ancho, apoyado en estribos, pilas y fustes estratégicamente dispuestos.

Lo que hace al Arco de Ricobayo verdaderamente único es su proceso constructivo innovador. El arco, de sección rectangular, se materializa con un cajón metálico exterior que actúa como encofrado para el hormigón que luego se vierte en su interior. Este método no solo optimiza la resistencia estructural, sino que también reduce el peso del arco, incorporando aligeramientos circulares que realzan su elegancia. En correspondencia con este arco único se diseñan unas pilas metálicas huecas, también de fuste único, apantalladas en sentido transversal. Las dos pilas más altas, que comparten cimentación con el arco, son mixtas al estar rellenas de hormigón.

El tablero es continuo, y su sección transversal mixta es una artesa de una sola célula de acero patinable. La sección se completa con jabalcones que ayudan al vuelo del forjado. El procedimiento de construcción consistió en avanzar en voladizo añadiendo sucesivamente piezas metálicas, ejecutando una viga de celosía de gran canto que se completó con diagonales temporales de cables de acero.

Pero es el impacto de esta infraestructura en la zona lo que la hace una infraestructura clave. La carretera nacional 122, que va de Zaragoza a Portugal por Zamora, se beneficia significativamente de este puente. En el trazado antiguo de la carretera, era preciso recorrer unos cinco kilómetros muy sinuosos en las dos márgenes del río, lo que hizo necesario proyectar una variante entre las poblaciones de Muelas del Pan y Ricobayo. Con el trazado de la carretera por el puente, se redujo a la mitad la longitud del tramo, y disminuyeron drásticamente los tiempos de recorrido, disfrutando hoy de una vía más directa, cómoda y segura.

La afluencia diaria de más de 4.800 vehículos, incluyendo más de 1.000 pesados, destaca la importancia estratégica de esta conexión, que forma parte de la Red Transeuropea de Transportes. El Arco de Ricobayo se erige, así como un símbolo de eficiencia y adaptabilidad, incorporando medios de construcción y tecnologías de ejecución de vanguardia.